Cuando la tierra fría...

Cuando la tierra fría 
dé hospedaje a mi cuerpo, 
¿qué servirá que deje 
acá renombre eterno, 
que me erija un amigo
sepulcral monumento, 
que me escriba la vida, 
que publique mis versos, 
que damas y galanes, 
niños, mozos y viejos
me lean, y me lloren 
mis parientes y afectos? 
Esta fama, esta gloria, 
a que aspiran mil necios, 
no me da, mientras vivo,
vanidad ni consuelo. 
No quiero yo otra fama, 
otra gloria no quiero, 
sino que se oiga en boca 
de niños, mozos, viejos,
de damas y galanes, 
de parientes y afectos: 
«Este hombre quiso a Laura, 
y Laura es quien le ha muerto.»


Tomás de Iriarte