una noche de fiesta sideral,
y al besarte la boca, humeda y breve,
me inundaba el perfume de un rosal.
Sentí en mi interior aquel efluvio
trascender y volviéndose canción
reír a las estrellas y un diluvio
de rosas alegrar mi corazón.
Soñé que me querías y muy quedo
me hablabas el lenguaje del amor;
tenias que quererme mucho miedo
temblabas como al ábrego una flor.
Y el tímido fulgor de tu mirada,
arrobada de encanto singular,
era dulce a mis ojos y era alada
sonatina de música estelar.
Antologia de la Poesia Amorosa Peruana - Ediciones Hora del Hombre -- Biblioteca Nacional Argentina