Con casto corazón, con ojos
puros,
te celebro, belleza,
reteniendo la sangre
para que surja y siga
la línea, tu contorno,
para
que te acuestes en mi oda
como en tierra de bosques o en espuma:
en aroma terrestre
o en música marina. [...]
Tu cuerpo, en qué materia,
ágata, cuarzo, trigo,
se plasmò, fue subiendo
como el pan se levanta
de la temperatura,
y señalò colinas
plateadas,
valles de un solo pétalò, dulzuras
de profundo terciopelo,
hasta quedar cuajada
la fina y firme forma femenina?
No sòlo es luz que cae
sobre el mundo
la que alarga en tu cuerpo
su nieve sofocada,
sino que se desprende
de ti la claridad como si fueras
encendida por dentro.
Debajo de tu piel vive la luna.
Pablo Neruda